Estuvimos practicando el spanglish e incluso nos habÃamos preparado algo de ruso para la entrevista, y resulta que en el porno, como en los signos, el lenguaje es universal y cuando hay que ir al grano todo el mundo se entiende y tampoco hacen falta muchas palabras. Al final una polla es una polla y la que es puta lo es aquà y en San Petersburgo.
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