Desde el dÃa que fuimos a recogerla al aeropuerto ya tenÃamos muy claro que Angel Rivas no se iba a marchar de Barcelona sin que le rompiésemos su maravilloso culito ruso. Además su fama la precedÃa y nosotros sabÃamos de buena tinta que a ella le gusta incluso más por detrás que por delante. Nos costo frenar nuestro instinto anal y tuvimos que aguantarnos hasta el último dÃa pero la espera mereció la pena.